En el imaginario mexicano, así como se exalta a la vida, también a la muerte; es una metáfora constante, una exploración que permite dar sentido a lo que racionalmente no lo tiene. El arte celebra también esa dualidad inherente a la condición humana.

El artista plástico Eddy Vaskez (Oaxaca, 1982), nos presenta a través de una serie de encaustos y esculturas, su visión del Mito de Quetzalcóatl, la “serpiente emplumada” que encarna la dualidad humana y espiritual.

 Considerado en la mitología mesoamericana como numen de la fertilidad, Quetzalcóatl, el creador del hombre, fue quien dio a la humanidad el maíz, el pulque y el calendario.

Vaskez nos recuerda el ascenso de Quetzalcóatl a los cielos para transformarse en Venus y acompañar el amanecer y el anochecer, esperando su regreso.

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